“El vertiginoso universo
contemporáneo, colmado de información a través de Internet redes sociales y
los diversos submundos creados por la sociedad, hacen que cada vez resulte más
difícil encajar en los entornos de la lucha diaria por figurar.
Este sentir resulta aun más
apremiante para un tipo de mujeres que, pese a su valor natural, ser
profesional, destacadas y constituirse en el motor de sus familias, no se
siente a gusto con su apariencia física, lo cual llega a afectar no solo su
autoestima, sino la forma de actuar dentro de su círculo de acción.”
Es por eso que muchas veces
observamos gente obsesionada con su apariencia física, entonces es aquí, donde se empiezan a ver los
trastornos o enfermedades como la anorexia, la bulimia, la obsesión por las
cirugías plásticas, etc., todo eso con el fin de llegar a ser esas mujeres perfectas
que a través de los medios de comunicación nos han plasmado, y que años tras
año el cambiarnos es un regalo que se añora por la juventud.
Apreciar que no todas las personas
somos iguales y que todos tenemos tanto defectos como cualidades, que nos hacen
únicos ante nosotros mismos y ante la sociedad y al querer cambiarnos para cumplir
con unas exigencias de una imagen anti natural, alteramos todo nuestro
equilibrio tanto biológico, emocional, intelectual, social y espiritual ya que
al querer cambiarnos físicamente, significa que atacamos y disminuimos nuestra autoestima
conduciéndola a niveles bajos que ha sido afectada por todos esos medios de
comunicación que nos hacen creer que la mujer perfecta esta después de una cirugía entonces se deja a un lado todo lo que verdaderamente importa para
cada uno de nosotros, eso que a cada persona hace único, convertirnos en un ser
integral.
Si nuestra responsabilidad es evolucionar como especie que tanto aporte le estamos dando a nuestra nueva generación, al no aceptarnos como somos y más que fijarnos en ideales fantasiosos y anti naturales es potencializarnos con lo que traemos para estar dispuestos a terminar una vida con avances físicos, emocionales, mentales, espirituales y sociales para que en un futuro podamos contribuir a la sociedad.
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